De acuerdo a un estudio publicado en la revista Alcoholis: Clinical & Experimental Research, la música alta provoca mayor ingesta de alcohol en poco tiempo. Durante el experimento, al subir el volumen, los jóvenes comenzaron a consumir más rápido su bebida, lo que los investigadores atribuyen a dos motivos: con un sonido alto la gente está más despierta y además no puede socializar, por lo que se dedica a beber. Y tú ¿qué piensas?