Depender emocionalmente de los demás, de sus comentarios y aprobación es una señal de baja autoestima. Cuando nuestro valor está en función de las percepciones de los demás podemos sentirnos heridos fácilmente, o tomarnos personalmente comentarios que no tienen la intención de lastimarnos. Si podemos primero mejorar la percepción de nosotros mismos podemos fortalecer nuestra autoestima y evitar que los comentarios de las demás personas afecten nuestras emociones y seguridad personal.