Los pensamientos “chuecos” son distorsiones en la forma en la cual percibimos la realidad. Estos por lo general son ideas falsas que nos afectan y que a la hora de comunicarnos pueden dificultar las relaciones con los demás, por ejemplo, cuando piensas y dices: “Siempre eres igual” o “siempre haces lo mismo”.

Este pensamiento es muy generalizado y ayudaría ser más específico, evitando describir a la persona, detallando mejor su conducta, expresando: “Muchas veces quedamos en llegar a una hora y no lo cumples”.

¿Te das cuenta? Estos pequeños cambios pueden ser una gran diferencia en nuestra comunicación.