¡Pase lo que pase… por favor no me dejes!

 ¿Pase lo que pase? Aunque haya violencia física, abuso emocional, inseguridad económica, y aunque viva en un malestar constante.

El temor o la angustia que una persona puede experimentar en la codependencia la llevan a permitir situaciones de abuso con tal de evitar sentirse “abandonada”.

Pero ¿cuál es el origen de dicho miedo?

Frecuentemente éste se origina en la infancia a partir de las experiencias con los padres, cuando éstos no pudieron estar presentes al cien por ciento o cubrir las necesidades afectivas de sus hijos, puede generarse una sensación de vulnerabilidad constante que es aliviada cuando otra persona, por lo general la pareja los “cuida”.

Pero en ocasiones este “cuidado” tan sólo es una ilusión, ya que son ellos quienes terminan cuidando a la pareja con adicción, el sentirse necesitado por el otro les brinda una sensación de control, que alivia sus sentimientos de vulnerabilidad.

Además es común que en su infancia al estar desprotegidos, hayan sido quienes asumieran el cuidado de ellos mismos, o incluso de sus propios padres.

El miedo al abandono puede también estar compuesto por otras emociones o actitudes como:

  • Enojo por depender: a la persona con codependencia le enoja saberse poco autónoma y tener que depender
  • Vergüenza: sensación de sentirse diferente o inadecuado, además de tener que validarse con actitudes perfeccionistas
  • Culpa: se le dificulta disfrutar, tiene la idea errónea, de que el bienestar es algo que tiene que merecer

Estos son algunos de los múltiples sentimientos que puede experimentar, y aunque en la codependencia no siempre interviene una persona con adicción sí es un hecho que requiere de ayuda especializada o de la participación de un grupo de ayuda mutua, para recibir apoyo emocional, romper los patrones en su forma de relacionarse y convivir con mayor autonomía y bienestar personal.

Recuerda que la codependencia al igual que la adicción, son enfermedades que tienen solución.

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