Esta frase utilizada por algunos doctores, es un recordatorio de que la enfermedad de la adicción, sólo puede ser tratada por una persona especializada en el problema. La persona con dependencia, al negar la gravedad de su consumo, podrá insistir que él solo puede solucionarlo y que no requiere el apoyo de nadie. Por esto es que en los grupos de ayuda mutua se habla de ser “humildes” para reconocer, aceptar y solicitar ayuda para tratar su enfermedad.