La adicción, al ser una enfermedad que afecta al cerebro, perjudica también la forma de pensar en especial en cuanto al consumo. Algunos autores afirman que la persona con adicción tiene dos problemas: el de consumo y el de su forma de pensar. Específicamente algunas de ellas tienden a defender su consumo a través de: – La comparación: “No bebo tanto como….él, sí tiene problemas” – La minimización: “No bebo o me drogo tanto…están exagerando” – La manipulación: “Bebo o me drogo…por tu culpa” Estos pensamientos son elementos fundamentales en el trabajo con personas con dependencia ya que permiten la conciencia y aceptación de la enfermedad.