Si bien es cierto que aprendemos de las experiencias que vivimos, no siempre podemos predecir los efectos de nuestras acciones y sus consecuencias negativas o positivas, y menos si se trata de la conducta de los otros. Entonces…cuando queremos predecir el resultado de una acción a través de otra persona ¿lo logramos? La mayoría de las veces no, probablemente al controlar sintamos menos temor, pero cuando el resultado no sale como quisiéramos sólo terminamos frustrados y agotados emocionalmente. Parte del bienestar emocional implica “soltar” el resultado de las acciones de los demás reconociendo que no siempre podemos predecir ni nuestro propio comportamiento.