En la codependencia el apego resulta una forma dolorosa de relacionarse al realizarse de forma obsesiva. Sin embargo desapegarnos no quiere decir que nada nos importe.

Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin descuidarnos a nosotros mismos. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos. Para detectarlo, basta con observar que no nos hallemos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, y en vez de ello tomemos buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas.