Cuando ante una situación difícil dudamos de nosotros mismos y de nuestras decisiones, podemos imaginar qué haría una persona a la que admiramos mucho en nuestro lugar, puede ser un familiar, pariente o incluso colega. Alguien que te inspire por su forma en cómo afronta los problemas, quizás de ella recibas una alternativa que no habías contemplado, y nunca está de más en vez de imaginar cómo sería, platicar con esa persona sobre tu situación. Recuerda que a veces si estamos muy involucrados en el problema, perdemos de vista posibles soluciones, pedir apoyo de una mirada externa puede ser muy útil. Pregúntate ¿qué haría…en mi lugar?