Cuando se trata de hablar de drogas, incluyendo el alcohol, algunos padres por temor, conversan con sus hijos adolescentes preguntando insistentemente, e incluso a veces acusándolos; esto solo provoca que el joven se cierre como una forma de defenderse.

Es mucho mejor pedirles su opinión con preguntas en donde ellos analicen y compartan su opinión. Por ejemplo ¿qué piensan del consumo de drogas? Después es importante escuchar con atención y sin juicios para promover una reflexión conjunta.