Puedes enseñarle a tus hijos a no sentirse avergonzados por la adicción de un familiar, a través de explicar y hablar sobre el problema. Quizá lo que a veces les hace más daño es no hablar del mismo.

También es importante escucharlos, validar sus emociones y reconocer que a veces su “mal comportamiento” o “rebeldía” en la escuela, es resultado de estos sentimientos, si sólo hay regaños y sanciones se refuerza su enojo y tristeza. Pregúntales ¿qué sienten? ¿Cómo se sienten en su casa? Y exprésales constantemente tú amor hacia ellos. Contacta http://www.cesmf.edu.mx/formando-familias-sanas/