Cuando una persona con adicción comienza el proceso de rehabilitación, es posible que se encuentre desesperanzado y triste al reconocer el problema en su vida. Por lo cual requiere creer o confiar en algo que le garantice un bienestar a futuro. La recuperación y el programa de los 12 pasos, brindan esa esperanza, en especial al observar a otras personas como ellos, que en ese momento se encuentran disfrutando de su sobriedad. La comprensión es fundamental, y el equipo terapéutico en el tratamiento pretende brindarla para evitar que el desánimo lleve a consumir o a abandonar el tratamiento. La recuperación promete esperanza en la medida en que la persona con adicción esté dispuesta a creer que es posible vivir en bienestar sin consumir.