Una de las señales que delata una posible recaída en una persona con adicción es que surjan o se exalten los resentimientos hacia otras personas. Esto quiere decir que empiezan a apegarse al pasado con enojo y reclamo.

En vez de concentrarse en el presente que es lo que puede cambiar. Además, la persona empieza a sentirse más irritada y requiere de apoyo para manejar sus emociones y evitar recurrir al consumo.