A nivel mundial hay alrededor de 16 millones de personas que se inyectan drogas, y de ellas unos 3 millones están infectadas por el VIH. En promedio, una de cada diez infecciones nuevas por VIH es causada por el consumo de drogas inyectables, pero en algunos países de Europa oriental y Asia central más del 80% de las infecciones por VIH están relacionadas con el consumo de drogas. La Organización Mundial de la Salud apoya enérgicamente la reducción de daños como una estrategia basada en la evidencia para la prevención, tratamiento y atención de las personas que se inyectan drogas, y ha establecido un conjunto integral de medidas.