Los científicos han encontrado que el cerebro fabrica una sustancia química llamada anandamida, que se adhiere a los mismos receptores donde se une el THC (compuesto de la marihuana). Este descubrimiento puede llevar al desarrollo de medicamentos químicamente similares al THC pero menos dañinos, que pueden ser usados para tratar las náuseas y el dolor de ciertas enfermedades como el cáncer.