Para estudiar los cerebros de las personas que usan drogas como la metanfetamina, los científicos usan técnicas de imágenes del cerebro, tales como la tomografía por emisión de positrones. Con el consumo de metanfetaminas ellos han descubierto que, aun después de tres años de haber dejado de usar la droga, se siguen viendo daños en las neuronas de dopamina (sustancia química relacionada con el placer) de las personas que abusaron de ellas. Los científicos aún no saben si este daño es permanente, pero esta investigación muestra que los cambios en el cerebro causados por el uso de metanfetamina pueden durar por mucho tiempo.