Un estudio hecho por el Centro de Investigación para el Trabajo Social de la Universidad de Texas, encontró que los efectos a largo plazo del éxtasis que se han informado con más frecuencia incluyen depresión y reducción de la capacidad para concentrarse. Asimismo, los investigadores encontraron que el uso continuo de éxtasis también está asociado con trastornos del sueño, del estado de ánimo y ansiedad; temblores y espasmos; así como problemas de memoria.