Un estudio de la Universidad de Atenas reveló que el uso de cigarros electrónicos puede producir daños para la salud, como trastornos respiratorios e irritación de boca y garganta, ya que están compuestos por sustancias volátiles, nicotina y metales pesados.

Por otro lado se ha comprobado que en su fabricación no existen controles de calidad obligatorios. Para abandonar el consumo del tabaco es necesario un tratamiento médico y psicológico especializado.