De acuerdo con la investigación de la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, los hombres utilizan los servicios de salud preventivos con menor frecuencia que las mujeres.

Una hipótesis a estos datos es que el consumo en hombres se encuentra más sociablemente aceptado, que en mujeres. Además, de que existe una cultura de ver al hombre como fuerte y pensar erróneamente que es “débil” si solicita ayuda.

Aunque la verdadera “debilidad” está en la falta de información acerca de las consecuencias del consumo de drogas y alcohol, tomar decisiones informadas ayuda a realmente decidir a favor de uno mismo, ya sea en hombres o mujeres.