No necesariamente, pero pareciera que es uno de los ingredientes en común para la madurez. Crecer, desarrollarse, cambiar, dejar actitudes en el pasado, muchas veces tienen como origen una experiencia dolorosa, que lleva a la transformación.

Es el deseo de no volver a experimentar ese dolor o malestar en la persona, el principal motivador para cambiar. Y como se dice “crecer duele” pero quizá es la única forma de hacerlo.
Tú ¿qué opinas?