Nuestras relaciones en especial durante la infancia, influyen en la forma en cómo nos relacionamos en la adultez. Algunas personas que crecieron con carencias afectivas, o en un ambiente de violencia, hoy pueden tener un gran temor a ser lastimados dificultando que establezcan relaciones de confianza tanto en el trabajo, como con las amistades y en la pareja. Su temor a ser lastimados los aleja de formar relaciones profundas y significativas, pueden incluso elegir la soledad antes de arriesgarse nuevamente a ser heridos. Trabajar nuestras experiencias del pasado es de gran utilidad para entender y mejorar nuestras actitudes presentes.