Las pastillas para el estrés, por lo general son benzodiacepinas, como el Valium. Y aunque son medicamentos recetados, el riesgo ocurre cuando se toman sin un seguimiento médico. Estos depresores del sistema nervioso disminuyen la función cerebral, y si se combinan con alcohol, pueden llegar a disminuir peligrosamente la frecuencia cardíaca y la presión. ¿Por qué no mejor desestresarse de manera sana?