Hoy me siento bien, y tengo un sinfín de motivos por los cuales sentirme así. Dormí como un niño anoche, pude saborear el desayuno, mi esposa e hijos me besaron al salir de la casa, llegué silbando a la oficina, sin interesarme si el jefe estaba de buen o mal humor. También fue fácil la ejecución del trabajo, y mis compañeros fueron amigables. También hoy es día de pago, y lo recibí completo, ya que no he pedido un solo centavo prestado. Todo el sueldo puede llegar intacto a casa.