¿Sabías que nuestro cerebro está diseñado para asegurar que repitamos las actividades que se asocian con el placer?

 

Cada vez que este circuito de gratificación se activa, el cerebro nota que algo importante está ocurriendo y que debe recordarlo; y nos enseña que debemos repetirlo una y otra vez, sin pensarlo. Debido a que las drogas de abuso estimulan el mismo circuito, “aprendemos” a excedernos de ellas de la misma manera, aumentando el riesgo de generar una adicción.

 

Y ¿si mejor le enseñamos a nuestro cerebro aprendizajes saludables?