En las últimas generaciones se ha observado, como producto de la falta de límites, generaciones de alumnos que “dominan” a la escuela como institución y a sus maestros.

Profesores que por temor, no establecen reglas y autoridad en su salón de clases, convirtiéndolo en un lugar donde se permiten las faltas de respeto. Se crean entonces alumnos “tiranos” que corren el riesgo de abusar de las drogas, incluyendo el alcohol, por no tener normas claras de convivencia.

Recuerda que la escuela es un lugar de aprendizaje constante, si eres maestro facilita con tu autoridad un lugar seguro para promoverlo.