No es raro escuchar a padres preocupados por el bajo desempeño académico de su hijo adolescente. En ocasiones el problema está en que algunos encuentran de pronto que la presión es excesiva. Tras un tiempo en el que ocurra eso, a él le costará cada día más seguir el ritmo de los maestros y puede llegar un momento en el que quiera abandonar los estudios.

Por lo que una intervención oportuna implica hablar con tu hijo o hija para saber exactamente lo que está ocurriendo. Pero igualmente deberás hablar con sus maestros. Existen profesionales que pueden ayudarlo académicamente o psicológicamente si el origen de este desempeño es emocional. Lo más importante es no dejarlo pasar y pedir ayuda.