Las caricias maternas durante la infancia pueden ayudar a los niños a «resistir» la tentación de consumir drogas cuando sean adultos.

Un estudio realizado por la Universidad de Duke, ha demostrado que tener mucho contacto físico con la madre, aumenta la producción de una molécula del sistema inmune que es capaz de modificar la respuesta del cerebro ante sustancias que crean adicción.

Por eso es importante crear un buen lazo de amor que incluya caricias y abrazos.