La mayoría de los inhalables producen una intoxicación rápida que se asemeja a la del alcohol. Si se inhalan cantidades suficientes, casi todos los disolventes y gases producen una pérdida de la sensibilidad, e incluso del conocimiento.

También pueden producir efectos irreversibles tales como la pérdida de audición, espasmos en las extremidades, daño al sistema nervioso central, daño cerebral o a la médula ósea. Conoce más de sus efectos en el organismo a través de este link: http://bit.ly/1oSHA2M