“En el silencio hay espacio para escuchar a Dios” ¿tú crees? más allá de la religión o espiritualidad que cada uno de nosotros practiquemos, el silencio ofrece un momento para entrar en contacto con nosotros mismos para pensar, reflexionar y sentir.

Callar los ruidos externos y los pensamientos obsesivos en nuestra mente, permite que escuchemos a Dios, que podamos recordar el sentido de nuestra vida, de nuestro trabajo, de las personas a quienes amamos, hacer una pausa y re direccionar nuestras acciones.

¡Tómate un tiempo para hacerlo, para muchas personas es el mejor tiempo invertido!