“Mi hijo cree que se manda solo…, ya no me escucha y es grosero conmigo ¡no lo entiendo!”

Para ayudarte a entender un poco más el periodo de adolescencia que atraviesa tu hijo queremos hablarte de la necesidad que tienen ellos por buscar autonomía, desprenderse de las figuras paternales y empezar a ejercerse como adulto, sin embargo…

Como lo afirma Aberastury en su libro “La adolescencia normal”, entrar al mundo de los adultos, deseado y temido a la vez significa para el adolescente la pérdida definitiva de su condición de niño.

En este periodo, el joven fluctúa entre una dependencia e independencia. Quiere evitar ser tratado como niño, pero le abruman las responsabilidades que implica ser adulto. Es una etapa de contradicciones, confusiones, ambivalencias, dolores, caracterizados por fricciones con el medio familiar y social.

Una de estas fricciones es cuando los padres no entienden la autonomía que su hijo está buscando, y por “cuidarlo” provocan un mayor distanciamiento. Te dejamos a continuación algunas sugerencias para mejorar la relación con tu hijo adolescente:

  • Maneja tus miedos, antes de platicar con ellos. Manejarlos te ayudará a estar más tranquilo y poder hablar con calma. Si no lo haces es probable que seas autoritario y tus reglas sean un “Porque yo lo digo”, provocando mayor rebeldía y cerrando el canal de comunicación. O incluso por no manejarlos, los temores te dominen y respondas de forma pasiva sin establecer reglas

 

  • Escucha antes de hablar, evita generalizar y tener prejuicios. A los jóvenes les molesta que los padres los etiqueten y más a sus amigos como “el flojo” o “él seguro es un drogo”, etc. Sin juicios ESCUCHA, no hay mejor forma de conocer a tu hijo que escuchándolo, creer que lo conoces puede ser el error más común

 

  • Bríndales información, pero no quieras someterlos a ella. Un error común movido por el miedo de los padres es querer amenazarlos, en vez de informarles sobre los riesgos a los que están expuestos (drogas, sexualidad, violencia)

 

  • Dales su espacio, pero no te alejes. Respeta el periodo de cambios que están viviendo, esto no quiere decir que por “respetarlos” te alejes de ellos, conoce quienes son sus amigos, cuáles son sus gustos, aprovecha los momentos en que quiere compartir para promover la comunicación

Entendemos que ser padres no es fácil, sin embargo, pedir ayuda sí lo es. Cuando un padre y un joven comienzan una “guerra de poderes”, ocurre como cuando una liga que se estira en direcciones opuestas, termina por romperse. Como padre y adulto eres responsable de ser tú quien maneje la situación y crianza de tu hijo en un periodo de muchos retos como la adolescencia.

ARTICULO PARA BLOG

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