Cierto

 

 la marihuana es un alucinógeno que tiene algunas propiedades depresoras y control sobre las inhibiciones, semejantes a las del alcohol.
Usualmente, casi de inmediato, quien consume puede sentir la boca y garganta resecas, latidos acelerados del corazón, torpeza en la coordinación de movimientos y del equilibrio, deterioro en la capacidad de juicio, así como lentitud en los reflejos. Estos efectos ponen en riesgo al consumidor y a quienes se encuentran cerca de él, a pesar de que sea poca la cantidad.