Los hijos de familias disfuncionales o en donde se crece con una adicción, por lo general son censurados por expresar la realidad o malestar que hay en su entorno.

 

El mensaje pareciera ser: “No pienses” o “lo que piensas está mal”. Lo ideal es hablar de la existencia del problema, siempre y cuando se haga de acuerdo a la edad de cada hijo.