El desarrollo evolutivo iniciado en los primeros días de gestación produce una organización y selección constante de neuronas que se van transportando para colocarse en espacios estratégicos, para establecer sinapsis y formar estructuras, tractos o vías, cavidades, fibras y sustancias cerebrales, minuto por minuto, cada vez más complejas.

La sinapsis es la comunicación neuronal, que puede ser de dos tipos, química y eléctrica. En la sinapsis química se requiere que la neurona libere algún tipo de neurotransmisor, sustancia química, que inhiba o estimule a la neurona que la recibe a través de la unión a receptores específicos (Cruz, 2006)(4).

Una persona piensa, actúa, reacciona, siente, recuerda, olvida, se mueve, decide, gracias a un balance o equilibrio que realiza el Sistema Nervioso Central, a través de la comunicación neuronal, con lo que percibe por medio de sus sentidos y a cómo integra para sí los estímulos externos. Tú, yo, cualquiera, dependemos del equilibrio y de la calidad de la comunicación neuronal.