El aprendizaje ocurre a través de la asociación de elementos que se repiten continuamente. Específicamente en el consumo de drogas, los usuarios refieren relacionar ciertas conductas con el consumo, dificultando en ocasiones la abstinencia. Por ejemplo con el cigarro, para algunas personas, el hecho de sentir, oler o mirarlo, así como el rito de encenderlo están asociados con los efectos placenteros de fumar y pueden empeorar los deseos por hacerlo.

Tu cerebro aprende y recuerda, así que lo mejor es enseñarle conductas sanas que pueda preservar, a hábitos que no pueda dejar.