Socialmente estamos acostumbrados a referirnos a nuestros familiares y amigos, anteponiendo el artículo mí…Mi papá, mi hijo, mi esposo. Y aunque es una forma natural de expresarnos, podríamos preguntarnos si a veces el mi…no es también una actitud de control.

Podríamos pensar en lo que implicaría abandonar el concepto de propiedad que tenemos sobre los demás, mejor pensando que son personas que tienen el derecho de pensar, crecer, desarrollarse y elegir otros caminos diferentes a los nuestros.