Te preguntas ¿por qué a pesar de tus deseos de cambiar? A veces es tan difícil.

No siempre nos atrae lo que es bueno para nosotros, nos atrae lo que resulta familiar. Por ejemplo el pensamiento negativo, predominante en una familia con adicción resulta tan familiar que frecuentemente podemos creer que es cómodo, seguro y natural.

Si no nos observamos a nosotros mismos caemos en el riesgo de exagerar los problemas, y vivir con gran angustia el futuro. Podemos cambiar nuestros pensamientos si nos mantenemos en el presente, viviendo y disfrutando sólo por hoy, y reconociendo que nada es malo a menos que yo lo haga de esa manera.