Según la guía del comunicador “información sobre trastornos del uso de drogas”, el riesgo de que una persona que maneja y que se encuentra bajo los efectos del alcohol muera en un accidente automovilístico, es al menos 11 veces mayor que el riesgo de los conductores que no consumieron alcohol.

Y aunque podrían ser sólo estadísticas, para las familias y los amigos de quienes murieron como resultado de un accidente debido al consumo de alcohol, cada cifra representa una pérdida que pudo ser prevenida.

El alcohol distorsiona las percepciones y el buen juicio de las personas. La gente que se encuentra bajo los efectos del alcohol, disminuye su rapidez de reacción significativamente. No te engañes y recuerda que detrás de la decisión de tomar y conducir puede haber una vida de por medio.