Este es uno de los lemas que utilizan las personas que asisten a un grupo de ayuda mutua. Y que motiva a elegir una actitud de progreso, en vez de concentrarse en hacerlo perfecto.

El perfeccionismo puede ser un obstáculo a la hora de fijarse metas, ya que puede implicar una sobreexigencia que impide disfrutar del proceso, o que incluso, ante el temor de equivocarse, se deje de avanzar.

Los esfuerzos y cambios que ayuden a alcanzar los propósitos diarios, deben de reconocerse, más allá de si es perfecto o no; lo importante es que se continúe haciéndolos, y aprendiendo de ellos.

¿Qué opinas? ¡Hoy a elegir avanzar!