Prefiero enseñarles a tomar a mi hijos o Prefiero que tomen aquí en mi casa a que se expongan. ¿Se te hacen conocidas estas frases? Seguramente como padre has escuchado o incluso puesto en práctica esta idea.

 

El peligro de tomar esta decisión es que mandamos un doble mensaje a nuestros hijos; por un lado les decimos que consumir es dañino y al mismo tiempo les permitimos hacerlo. Lo ideal sería brindar información sobre las consecuencias del abuso de alcohol, sin promover su consumo en pro de un “aprendizaje”.

 

¿Qué opinas? ¿Cuál ha sido tu postura referente al consumo de alcohol en tus hijos?