Es muy común que en el proceso de recuperación las personas con dependencia química hagan referencia a “tocar fondo” cuando hablan del momento de mayor dolor y por lo tanto de conciencia para solicitar ayuda y reconocer que el consumo es un problema en su vida.

Pero ¿qué tan profundo es este fondo? Si la adicción se define como una enfermedad progresiva puede que el fondo más profundo sea la muerte. Previo a éste se pueden encontrar accidentes, enfermedades, separaciones, pérdidas económicas, etc.

Y también podemos preguntarnos ¿cómo saber que ha tocado fondo? Esta respuesta es tan individual como la enfermedad y las causas de por qué una persona consume. Bill W. cofundador de los grupos de ayuda mutua describe su enfermedad como: “El alcohol me estaba matando, sin embargo yo era incapaz de dejar de beber. No tenía capacidad humana para dejar de tomar. Al dejar de beber, nuevamente comencé a disfrutar la alegría de vivir».

Por otro lado es difícil reconocer que a veces la negación de la adicción, puede ser tan fuerte y la resistencia de la persona por recibir ayuda que por más fondos que toque, no elija la recuperación como camino.

José Rodríguez, consultor de Monte Fénix dice que las personas con adicción, tienen el alma hecha pedazos, y requieren de un proceso de amor propio y disciplina, para poder reconstruir su alma. Las instituciones especializadas y los grupos de ayuda mutua ofrecen ese camino esperanzador para quienes al tocar fondo, hoy eligen salir de él.

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