“Qué vergüenza regresar” esto es lo que dicen personas que “se dieron de alta” en el grupo de ayuda mutua y que desean retomar su recuperación pero la vergüenza y el orgullo les impiden volver a pedir ayuda.

 Hacerlo es reconocer que tienen una enfermedad emocional como lo es la adicción que necesita de recuperación continua para poder manejarla, en la mayoría de los grupos reciben con apoyo a quienes regresan después de un tiempo. Mantenerse sin ayuda por orgullo o vergüenza tan sólo alarga el sufrimiento. La recuperación implica también reconocer cuando nos equivocamos recordando que no estamos solos y que podemos volver a pedir ayuda y retomar nuestro camino.

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